¿Quién puede matar a un niño?
..., y sobre todo, ¿quién puede dejarles morir de desnutrición, frío y abandono? Aunque ha ocurrido hace ya algunos días, hasta hoy no he sabido que en Anfougo, un pueblo del Alto Medio Atlas marroquí, al que he ido con cierta frecuencia y en el que conozco a alguno de sus habitantes, han muerto más de veinte niños y dos mujeres.
Las noticias hasta el momento son muy confusas por las condiciones de aislamiento en las que se encuentra la zona durante el invierno y por la precariedad de las comunicaciones. Tampoco se sabe aún las causas reales pues el Gobierno marroquí ha minimizado el asunto diciendo que son SÓLO fruto del frío extremo y la desnutrición, por lo que se han limitado a mandar un cargamento de mantas y algunos alimentos.
Seguro que el frío y la desnutrición han hecho su labor, pero creemos que debe haber otras causas que hay que investigar. Tampoco se sabe todavía si alguno de los niños muertos son los hijos de nuestros amigos a los que conocemos desde su nacimiento o si alguna de nuestras amigas es una de las mujeres muertas.
No es nada nuevo, lo vemos cada día en nuestros televisores pero hoy esto me conmueve especialmente porque les pongo cara, nombre, sonrisa. Son mis amigos.
¿Quién preguntaba de dónde sacamos los argumentos los guionistas?
Os dejo el vídeo que ha grabado un periodista marroquí sobre la situación que están viviendo estas buenas gentes, dejadas de la mano de Dios, como dice a la cámara un habitante del pueblo.
(Creo que aunque no se sepa francés se entiende más o menos, pero si alguno tiene interés en la traducción decídlo por favor y me pondré a ello)
Os dejo un link donde hacer el seguimiento de lo que está ocurriendo y lo que se está haciendo desde aquí por parte de los que solemos viajar por esas tierras: http://www.ismalar.org/dosieranfgou.pdf
Y éste es un fragmento del artículo que escribí para una revista la primera vez que fuí al ATLAS.
La viajera ha conocido lugares a los que sólo se puede llegar en mula, atravesado bosques de cedros y visitado pueblos que parecen sacados de un manual de historia medieval: Tounfite, Anfougo, tierra, agua y fuego fundidos en los adobes de las casas; Ilmichil, Anergui, centro de mercado y trueque de los nómadas y la Zaouia-Ahansal, lugar sagrado para el pueblo bereber, cuya energía el viajero sensible puede percibir.
La viajera ha dormido al raso, al calor de la lana tejida por mujeres de piel surcada de henna y tiempo, ha visto asomar la luna roja entre montañas altísimas y al sol grande y redondo abrir el horizonte. Pero nada comparable al descubrimiento de los Imazhigen, “Hombres libres”, como se identifica a sí misma la etnia bereber.
Viven en condiciones extremadamente duras que, sin embargo, no han mermado su sonrisa, ni su capacidad para recibir al visitante con los brazos abiertos. La viajera ha comido del mismo plato que sus anfitriones, dormido en sus casas, conversado con ellos y disfrutado de su hospitalidad y afecto.
8 comentarios:
La viajera ha aprendido mucho.
Po zí.
Realmente resulta esclarecedor. Muchísimas gracias por postearlo.
bamos a intentar por cuarta bez dejar hun mensaje que mister blogger se hempenya en vorrarnos. por Dior, que de sufrir!!!
beniamos a dicir, que desgraciadamente, ai cosas asin que pasan a todas oras i que no son noticia para los que deciden lo que es noticia. hes una pena, pero no bale lo mismo un ninyo muerto en el atlas o en haiti, que un ninyo muerte en los E-E-U-U (leer a lo urdaci, plis). huna mierda. lo hunico que te podemos dicir, a riesgo de que desaparezca de nuebo, hes que ojala ninguno de tus amigos alla sufrido nada. no desaparece la trajedia, pero es mas yebadera.
vesis i gracias!
A mi casi se me saltan las lágrimas, me ha dejado impactado. Dios mío, me quedan tantas cosas por ver y conocer...
joder, tía, no tenía ni idea de k esto pasara. Es casi imposible de creer...
Enhorabuena, por abrir las ventanas de la información al primer mundo. Por mostrarnos las perspectivas y los ángulos de esta historia.
Gracias por este intenso y desgarrador POST. Una abrazo.
Me asomaré a esta ventana con frecuencia a contemplar el mundo...
Gracias a todos los que os habeis interesado por mis amigos. Parece ser que ninguno de mis conocidos está bajo las tumbas que muestra el hombre del vídeo. En la primavera espero poder ir a verlos.
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