De vez en cuando la vida...
...te pone cerca de personas tan coherentes, tan inteligentes, tan generosas, que sólo estar un rato con ellas, escucharlas, ser en algún momento objeto de su atención o compartir alguna complicidad te compensa de la manga de mediocres, tontos del haba con ínfulas de Mr. Talento y mezquinos con pedigree con los que hay que bregar casi a diario y más en esta profesión de putas (dicho sea desde el cariño y el respeto)
Y yo, amigos míos, en estos días he recibido el regalo de conocer no a una de estas personas sino a dos, con circunstancias bien distintas pero con un extraño y casual vínculo común: ambas venían de Méjico.
La primera es Lydia Cacho, periodista mejicana que en el libro "Los demonios del Edén" (2005) se atrevió a sacar a la luz una red de pornografía infantil y lavado de dinero en la que están implicados destacados nombres de los círculos de poder en Méjico. Esto le ha llevado a tener que vivir bajo amenazas, ha sido víctima de calumnias y demandas judiciales, ha sufrido una detención ilegal ordenada por las altas esferas y un atentado fallido.
Ante la posibilidad de que pueda ser asesinada, escribió "Memorias de una infamia", un libro en el que cuenta toda su historia, para que "no prevalezca, como es usual, la versión de los poderosos, de los que siempre ganan".
Aquí hay un vídeo con la grabación de una conversación entre los implicados, uno de ellos es el gobernador de Puebla, hablando del asunto "Lydia". No tiene desperdicio.
Un grupo de personas del cine español entre los que se encuentran Moncho Armendariz, Lola Salvador y Alicia Luna se han unido para poner en marcha una Fundación para apoyar a Lydia en su lucha. Alicia además está escribiendo el guión de una película sobre ella.
La otra persona en cuestión es Agustín Díaz Yanes que también acaba de llegar de Méjico, donde ha pasado más de dos meses rodando una peli y al que por una serie de circunstancias que no vienen al caso he tenido ocasión de conocer.
Ambos son, cada uno en su campo y sin comparación posible, un ejemplo de generosidad y compromiso personal.
Si tenéis curiosidad por saber algo más de él os recomiendo esta entrevista que le hace el inefable Luis Alegre.