20 septiembre, 2007

Parole, parole, parole...

Hace ya algún tiempo, una amiga, directora de cine, hizo un pase de su película antes del estreno para un pequeño grupo de personas de su confianza. Tras la proyección, nos fuimos a la terraza de un bar en una placita próxima para tomar unas cervezas y charlar sobre la peli. Entre los que se apuntaron a la charleta cervecera estaba Víctor Erice.

Soy una mitómana lo reconozco y por Erice siento una gran admiración pero lo que me parece verdaderamente fascinante es su singularidad como persona, o sea él mismo, ese halo de misterio y silencio que le mantiene apartado de los brillos y oropeles del cine, sus peculiares relaciones con los productores que -según dicen- han propiciado que en más de tres décadas de profesión sólo haya dirigido tres películas y mira por donde, justo por esas fechas, había sido apartado del proyecto de lo que hubiera sido la cuarta, la adaptación de ‘El embrujo de Shangai’, la novela de Juan Marsé que finalmente dirigió Trueba.

La película de mi amiga era desde luego el principal motivo por el que estábamos allí pero tras los comentarios y opiniones que la cuestión requería, poco a poco las conversaciones fueron yendo por otros derroteros.


Yo estaba sentada frente a Erice deseosa de que nos contara lo que había ocurrido con el proyecto frustrado o por qué su mejor película, "EL SUR", no se llegó a terminar o por qué prefería hacer películas con las historias de otros o simplemente oírle hablar del cine en general o de lo que fuera... Nada, imposible, la conversación la había monopolizado otro personaje sentado a mi derecha (cuyo nombre me reservo) un novelista de serie negra, también guionista, que no paraba de hablar de sí mismo: sus viajes, sus proyectos, su, su, su... , para acabar despotricando sobre la televisión, el cine, la falta de ideas de los jóvenes, lo malo que era todo, etc., etc., y para convencer a la audiencia, el interfecto utilizaba unos argumentos llenos de lugares comunes, carentes de todo interés. Mientras hablaba se dirigía constantemente a Erice que sin decir palabra, fumaba y bebía de vez en cuando un sorbo de su cerveza hasta que el guionista-novelista de serie negra le espetó a bocajarro: "¿Por qué crees que no arranca el cine español?". Erice se tomó su tiempo, bebió un largo trago de cerveza y dijo: "Porque en las películas se habla demasiado".

En ese momento lo tomé como una indirecta al verborrágico guionista-novelista de serie negra, pero algo más tarde, cuando quedamos sólo unos pocos, tuve ocasión de comprobar que eso era en realidad lo que pensaba.

Hoy, cinco años después, eso es lo que yo opino de las series de TV españolas: SE HABLA DEMASIADO, pero de esto ya "hablaremos" en otro post.

Os dejo con una secuencia de "El Sur" en la que -a mi juicio- se habla lo justo.

23 comentarios:

Anónimo dijo...

Llevo toda la semana acordándome de Erice (por Icíar, San Sebastian, su nueva peli)... Su cine me parece muy grande, vaya suerte haber estado de cañas con él, debe ser un tipo fascinante. ¡gracias por compartir parte de esa charla! :)

Buen blog, saludos!

Miss Julie dijo...

Gracias, ¿intruso?. En realidad no estuve "de cañas con Erice", sería un farol por mi parte presumir de ello; fue una coincidencia "feliz" para mí ya que sí tuve ocasión -finalmente- de hablar con él y sobre todo, de escucharle en un ambiente así de distendido. De hecho, debía de mirarle con tal cara de fascinación que en un momento dado me pareció que su mujer se mosqueaba un tanto. No he vuelto a verle desde entónces y por supuesto él ni siquiera recordará la anécdota y mucho menos a mí.

Anónimo dijo...

Otro intruso...
Es un placer leer tus referencias Erice. Y constatar que lleva razón más imágenes y menos palabras.
Gracia a tus referencias, he buscado en Internet y he encontrado un reportaje de La2 en el que Víctor habla del Sur y cuenta como era el final firmado.
Seguro que lo conoces:
http://www.youtube.com/watch?v=QjL2oYimPtg&mode=related&search=

Este post me ha alegrado la mañana.
Un saludo.

Carlos Atanes dijo...

Sin embargo lo que se dice en esta secuencia de El Sur es redundante. Tantas monedas tantos metros, por lo tanto tantos metros, ocho, ¿cuántas?, ocho, ocho monedas, por lo tanto ocho metros.

No es una crítica. A mí este diálogo me gusta. Es "didáctico", y expresa mucho de la mentalidad de esas personas que están hablando. Muchos diálogos de las películas de Kubrick, sobre todo en las que tienen menos diálogo, también son así.

No creo que el problema sea una cuestión de cantidad, sino de calidad. En las películas de Billy Wilder o de Woody Allen, por no hablar del 90% del cine americano, se habla por los codos, y nadie se rasga las vestiduras. Nunca he compartido la opinión de que en el cine se deba hablar lo menos posible. Parece que se quiera vender la idea, sobre todo desde posiciones puristas (a menudo sencillamente pedantes) de que una película donde no se dice una palabra es más "seria", "mejor", más "cinematográfica". A mí eso me parece una papanatada. Las personas hablamos, y es normal que lo hagamos también en las películas. Lo importante, creo yo, es que lo que se diga tenga interés.

En fin, también podríamos decir, para "solucionar" el tema de una forma igualmente sesgada, que el cine español "no acaba de arrancar" porque se hacen películas "demasiado largas"...

Miss Julie dijo...

Gracias anónimo intruso -jó, como sois de discretos-. Sí conocía ese reportaje, creo que tb hay otro youtube en el que cuenta el asunto de por qué se frustró lo del Embrujo de Shangai.

Atánico: Tienes razón, pero en ningún momento me pareció entender a Erice que valorase las películas porque tuvieran más o menos diálogos; a lo que se refería es a eso de contar lo que se está viendo y a esa especie de "horror vacui" que parecen sentir algunos ante el silencio o la falta de diálogo.
De esto es de lo que me propongo hablar en el próximo post pero referido a la ficción televisiva que es de lo que yo sé un poquito al menos.
Respecto a la secuencia, está elegida a propósito por que es verdad que en un principio parece redundante por lo que tú has explicado tan divinamente, pero hay que ver el contexto: estamos en los años creo que 50 o principios de los 60 -no recuerdo bien- donde los niños tenían un papel muy, muy secundario en la vida social, mucho más en un medio rural y encima siendo una niña; como puedes ver en la secuencia, los paisanos la ignoran por completo y hasta que el padre no corrobora que hay ocho monedas y que esas ocho monedas equivalen a ocho metros no se dan por satisfechos. Por eso no es redundante sino que da una información sobre esa "característica" social de la época y el entorno que refuerza la fascinación de la niña por el padre ya que la toma de "ayudante" y los lazos entre ambos. En esa época era "los hombres con los hombres y las mujeres con las mujeres".

Carlos Atanes dijo...

Sí, sí, claro, esoy de acuerdo, por eso digo que esa reiteración expresa la mentalidad de los personajes. No sólo respecto a la relación padre/niña, sino respecto a la relación padre/paisanos, que parece que les tiene que explicar las cosas cuatro veces.

A ver, metidos en harina, vamos a especular: imagínate que no dicen nada. Llegan los tipos y preguntan: "¿has encontrado agua?", y el tío mueve la cabeza. Y vuelven a preguntar: "¿cuántos metros hay que excavar?. El padre coge las monedas de la mano de la niña, las cuenta él, y dice: "ocho". Menos palabras, menos diálogo. A lo mejor parece que me contradigo, pero, ¿qué diferencia habría?... ¿por qué Erice, tan parco en diálogos, habrá decidido rodar esto así? ¿para compensar?

Miss Julie dijo...

Ja, ja, ja... Pues, Atánico, querido, carezco del dato, se me ocurren algunas razones pero no serían más que meras especulaciones. ¿Le invitamos a unas cañas y le pedimos que nos lo cuente?

Carlos Atanes dijo...

No estaría mal oírle explicando esto. A lo mejor se nos pone a los tres cara de fascinación.

Brays Efe dijo...

Jo, qué suerte Miss Julie, lo que daría yo por una feliz coincidencia... Qué grande es Erice y que suerte tienes, un beso y sigue iluminándonos.

Víbora dijo...

Estas cosas no se cuentan. Se dice siempre que "una amiga..." porque los demás nos morimos de envidia.

Y creo que la repetición en el diálogo es más para explicarnos las imágenes anteriores a los espectadores.

Y (supongo) que palabras habrá de haber las justas, ni más ni menos, que requieran los personajes y las situaciones.

Da la casualidad (que no será tal) que a Erice le gustan los personajes callados, reservados e introspectivos.

Miss Julie dijo...

Carlos A.: Cuenta con la mía -mi cara de fascinación- que debe de ser parecida a la gilí pero con un poco más de glamour.

Bryss: Gracias por tu visita y tu buen rollismo. Me he pasado por tu blog y veo que eres bloger-recien (relativamente, claro). Te doy la bienvenida.

Víbora, amorrr (con permiso de Madame Viborova) no lo he contado por presumir (bueno, un poquito sí, pá qué engañarnos ja, ja, ja) sino para preparar a la "audiencia guionística" sobre el asunto de un próximo post hablando del tema. ¡Ah! Gracias por el vínculo en el tema servidor. Como ves estoy conectada... hasta ahora.

Ruvias Intelijentes dijo...

ualaaaaaaaaaa

hosea, que ademas de darnos enbidia de la mala, nos bas preparando sin que nos cosquemos pa prosimos posts. que miedo nos da, senyorita!!!

siempre hes un plazer leerte, jo.

seguro que Erice tambien lo paso pipa charlando contigo. solete, que heres un solete!!!

Miss Julie dijo...

RUVIS: Lo de avisar es porque tengo previsto un tema de lo más "cognazo" (lo escribo así afrancesado que suena mejor)para los no guionistas (a lo mejor hasta para los guionistas tb)

Oyesss y lo de ir a ver a Perales me ha parecido de lo más divertido. ¡Qué fuerte!. Tengo un sobrino que se fue con el cole a Irlanda y en un descuido se plantó en la casa de "The Cranberries", le recibió su padre (no sé si era de los hermanos Hogan o de la cantante) le invitó a una coca-cola y se hizo una foto con él y todo. ¡Menuda diferencia!

Anónimo dijo...

Marinero (Alberto Q.)
www.lacoctelera.com/traslaspuertas

Para mí, 'El Sur' es una gran obra maestra. Lo mejor que hizo Erice, aunque se prodigara poco...

Saludos

Miss Julie dijo...

Marinero Alberto: Yo tb creo que el Sur es mágica. Si tienes ocasión lee el relato del mismo nombre en el que está basada es de Adelaida Gª Morales, su ex-mujer.

Prisamata dijo...

A mi me encantan las pelis en las que se habla mucho.

Víbora dijo...

Ah, que la "audiencia no guionística" estamos excluidos de leer tu próximo post.

Ay, que te me vuelves clasista.

Pues que sepas que pienso leerlo, ea. Y hasta comentar alguna tontería y todo. (Léase con morritos de niño enfadado y los brazos cruzados sobre el pecho).








Jajajajajajajaja. Es que soy así.

Miss Julie dijo...

Víbora: Tú eres audiencia guionística, ya sabes que yo sigo creyendo que nos engañas y eres un guionista camuflado de viborilla (je, je, je)

Anónimo dijo...

Qué grande, Erice.

Aun a riesgo de resultar spamero, recomiendo que te pases por uno de mis últimos posts y veas el vídeo que adjunto, de la serie "The Wire", con uno de los mejores diálogos (si se le puede llamar así), que he visto en mucho tiempo.

Besos missjulianos

http://www.espacioblog.com/elguionistahastiado/post/2007/09/24/the-wire

Miss Julie dijo...

Ja, ja, ja... Hastiado. ¡Ya lo he he hecho y me he copiado el link del youtube! Gracias. Iba yo tb a hablar de eso, pero después del tuyo, poco hay que añadir, maestro.

Ya postearé en su momento del asunto.

BUDOKAN dijo...

Hola MissJulie, la verdad que me provocas un poco de envidia (sana) por el hecho de haber compartido al maestro Erice bien de cerca. Su cine me provoca mucha admiración y es un referente obligado a la hora de citar al cine español. Muy interesante la anécdota y a la vez nos muestra la sabiduría del maestro. Saludos!

Alberto Ramos dijo...

Hace poco El País publicó una entrevista a Erice (creo que fue el fin de semana pasado, como muy pronto).

Miss Julie dijo...

Gracias, Al. La voy a buscar, la verdad es que últimamente harta de comprar el periódico y no tener ni tiempo de ojearlo (de echarle un ojo, vamos, lo digo por la h)he dejado de comprarlo y luego me pierdo cosas como esa.