EL ESPEJO (***)
Desde muy pequeña el espejo me ha resultado un elemento fascinante. Cada vez que me lavaba las manos subida a un taburete de madera porque no llegaba ni a abrir el grifo, no podía evitar preguntarme por qué si me ponía de puntillas y miraba hacia adentro podía ver cualquier parte del baño aunque no estuviera justo enfrente, como si tras el cristal hubiera otro baño igual pero con los objetos colocados al contrario. Recuerdo haber intentado posturas imposibles para comprobar que mirase por donde mirase siempre veía ángulos de la habitación que quedaban lejos de lo que era el límite del espejo.
Luego supe que la propia Alicia, tras su aventura por el País de las Maravillas, se sintió también atraída por lo que había al otro lado del espejo. Y quién no ha oído la leyenda de Verónica, o la de Bloody Mary, ambas muy parecidas: Si te pones frente a un espejo a medianoche, iluminado por la luz de unas velas, con unas tijeras abiertas hacia ti y dices su nombre tres veces aparecerá una mujer de pelo negro y largo, ojos oscuros como el asfalto y cara blanquecina, te pedirá que adivines la fecha de tu muerte, si aciertas te salvas, si no...
Desde la antigüedad el espejo ejerce una fascinación especial, el propio Aristóteles en su "Tratado sobre los sueños" dice que "en los espejos perfectamente limpios, cuando las mujeres les dirigen su mirada durante la menstruación, la superficie del espejo se torna cual nube sangrienta" y Plinio también hizo referencia a ello en su "Historia natural".
No hace tanto, en algunos pueblos castellanos se tapaban los espejos cuando alguien fallecía para evitar que el alma del muerto pudiera introducirse en ellos, quedando el alma presa en ese otro mundo del reflejo.
Hace poco he encontrado un espejo en la calle, parecía antiguo y tenía un marco de madera precioso, algo deteriorado pero con una manita de lija y barniz o pintura podría quedar muy bien. Lo he tenido en casa unos días, al principio estaba encantada pero poco a poco he empezado a inquietarme, a preguntarme qué personas se habrán mirado en él, qué escenas y situaciones habrá reflejado. Y ayer lo dejé bien apoyado en la esquina de mi calle, junto a los cubos de basura. No tardaron ni un cuarto de hora en llevárselo. ¿Sabrá quién lo hizo lo de Bloody Mary, Verónica o Candy Man?
Aquí os dejo una situación inquietante. ¿Qué haríais si no vierais vuestra imagen en un espejo?
Agradecimientos para Vigalondo ya que lo he tomado prestado de su blog.
(***) ACTUALIZACIÓN:
A propósito de este post, Ágata me ha dedicado un relato inspirado en él. Si haceis pupita aquí podréis leerlo.
12 comentarios:
Este vídeo es impresionante. A la gente a la que se le ocurren este tipo de bromas deberían darle un premio, de los gordos.
Si me pasa a mí, que soy una orgullosa, habría hecho como si nada pero luego la idea me habría perseguido durante toda mi vida.
Otra utilidad de los espejos que me fascina es la voyeur. Puedes utilizarlos para espiar cosas como si nada. En este caso, a pesar de que reflejan, son a la vez un escudo y un parapeto ideal.
Pues creo que el tema espejo, ejerce fascinación a to quisqui. Es más algunos se enamoran del espejo directamente. Bichos incluidos.
A mi me dan mucho más yuyu las fotos en general, y las que te siguen la mirada en particular. Y las fotos que te siguen la mirada puestas en los nichos, no es que den yuyu es que son para quemarlas.
Si hubieran sido las Olsen se hubiera descubierto el truco...
Que ganas tenía la primera señora en verse y... que pocas tendría yo en su caso.
Mola el vídeo! Jeje. Y lo que cuentas del otro mundo del espejo. A mi me rallan los espejos tipo "ciudadano Kane" puestos uno frente al otro, creando ese bucle infinito!!
Pues ahora no me quito de la cabeza la escena esa de "Sopa de ganso"...
Curiosos lo de los espejos. En el mío siempre veo a un tipo atractivo, guapo e interesante, pero parece ser que los demás no. Esto ocurre desde hace más de 20 años, creo que si es una broma se están pasando ¿no?
Inquietante tu texto, Miss Julie. Me has recordado una etapa muy tenebrosa de mi infancia.
Y lo de los espejos rotos.Que dicen que dan siete años de mala suerte...
Yo,en la entrada de mi casa,tengo colgado uno que me encontré en la calle.Venía con su marco de metal antiguo.Precioso.Ahora cuando me mire me quedaré más tiempo en dicho menester esperando que sus antiguos reflejos aparezcan.El de sus antiguos dueños,el de su antigua casa...No sé.Lo mismo no he sido la primera persona que lo encontró en la calle.Uy,que ya tengo argumento para uno de mis relatos cortos.Si lo escribo te lo dedico.Y gracias por tu paso por el blog de Satie y mío.Un verdadero honor.Saludos,Miss Julie.
Ja,ja, ja... Ruthi, qué peligro esas tendencias voyeristicas...
Sloth, cada uno tenemos nuestros fantasmas. Lo de las fotos a mi no me impresionan tanto en sí mismas si no en la curiosidad por las personas que aparecen en ellas (los retratos son mis favoritas) y lo que estarían pensando en el momento de la instantánea, o de cómo era su vida y cómo siguió después. En la obra de Buero "El tragaluz" (semiolvidada hoy)y que para mí es una de las mejores, el personaje más fascinante es el de el padre, un hombre con demencia que sólo se entretiene recortando fotos de estaciones y trenes repletos de gente y qué constantemente pregunta quién es cada una de las personas que aparece en las fotos.
Caballero Galahan, creo que el espejo al que te refieres no es de "Ciudadano Kane" sino de la "La dama de Shangai", una secuencia que "homenajeó" W. Allen en "Misterioso asesinato en Manhattan". A mi también me desasosiega esa imagen.
Pope, sí la escena de Sopa de Ganso es la primera que se te viene a la cabeza. (Me sigue alucinando aún cuando la veo)
Víbora... eso es pura coquetería, seguro que Madame Viborova no piensa como tu.
Sr Escrito por... ¡Qué honor verle por esta su casa! A ver cuando nos vemos en vivo y en directo que ya va siendo hora.
Ágata, creo que no hay cosa que pueda dar más juego literario que un espejo ¿no te parece? Y si este post te inspira -con perdón de la expresión- para escribir uno, por fa, dejame leerlo.
Pues el viernes tuve un día voyeur, observando detrás de un espejo unas entrevistas a grupos de consumidores. Lo curioso fue encontrarse después a uno de ellos en la terraza de un bar, y saber que el reconocimiento no podía ser mutuo.
Me alegro que te haya gustado...Además has hecho que me inspire en una serie de relatos cortos con la misma temática.El apartado de relatos cortos que ya tenía en el blog se va a ver aumentado poco a poco.
:)
Acabo de entrar en tu blog por primera vez y me parece muy interesante. Lo del caso Lydia me ha fascinado y lo del espejo me ha trasladado a la más tierna infancia donde yo también susurré un nombre tres veces a medianoche pero no era Verónica, era Estela... y la historia escalofriante también. Si te fascina el tema "espejos" supongo que habrás ido a ver "Reflejos" (en inglés Mirrors). Como muchas películas de género adolece de profundidad y coherencia narrativa en algunos (bastantes) momentos, pero se deja ver bien un domingo de lluvia con alguna que otra gominola. Hasta pronto.Saludos. Cheijunior
Pd.Yo también fui guionista y me quemaron como una tea, ahora intento resurgir como el Ave Fénix
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