18 mayo, 2008

De vez en cuando la vida...

...te pone cerca de personas tan coherentes, tan inteligentes, tan generosas, que sólo estar un rato con ellas, escucharlas, ser en algún momento objeto de su atención o compartir alguna complicidad te compensa de la manga de mediocres, tontos del haba con ínfulas de Mr. Talento y mezquinos con pedigree con los que hay que bregar casi a diario y más en esta profesión de putas (dicho sea desde el cariño y el respeto)

Y yo, amigos míos, en estos días he recibido el regalo de conocer no a una de estas personas sino a dos, con circunstancias bien distintas pero con un extraño y casual vínculo común: ambas venían de Méjico.

La primera es Lydia Cacho, periodista mejicana que en el libro "Los demonios del Edén" (2005) se atrevió a sacar a la luz una red de pornografía infantil y lavado de dinero en la que están implicados destacados nombres de los círculos de poder en Méjico. Esto le ha llevado a tener que vivir bajo amenazas, ha sido víctima de calumnias y demandas judiciales, ha sufrido una detención ilegal ordenada por las altas esferas y un atentado fallido.

Ante la posibilidad de que pueda ser asesinada, escribió "Memorias de una infamia", un libro en el que cuenta toda su historia, para que "no prevalezca, como es usual, la versión de los poderosos, de los que siempre ganan".

Aquí hay un vídeo con la grabación de una conversación entre los implicados, uno de ellos es el gobernador de Puebla, hablando del asunto "Lydia". No tiene desperdicio.





Un grupo de personas del cine español entre los que se encuentran Moncho Armendariz, Lola Salvador y Alicia Luna se han unido para poner en marcha una Fundación para apoyar a Lydia en su lucha. Alicia además está escribiendo el guión de una película sobre ella.

La otra persona en cuestión es Agustín Díaz Yanes que también acaba de llegar de Méjico, donde ha pasado más de dos meses rodando una peli y al que por una serie de circunstancias que no vienen al caso he tenido ocasión de conocer.

Ambos son, cada uno en su campo y sin comparación posible, un ejemplo de generosidad y compromiso personal.

Si tenéis curiosidad por saber algo más de él os recomiendo esta entrevista que le hace el inefable Luis Alegre.



10 comentarios:

Nacho Rodríguez dijo...

De Agustín conozco algunos de sus trabajos y me parece un cineasta honesto, supongo que como persona no desmerecerá.
De Lydia es la primera vez que tengo referencias. Es increíble la de gente que hay comprometiendo su vida (literalmente) por hacer de este nuestro asqueroso mundo algo mejor para vivir.

Anónimo dijo...

La situación en México es de constante vulneración de los derechos humanos. Eso sí, nuestro Gobierno sigue firmando con el Gobierno Mexicano tratados de libre comercio como si nada.

Yo sí que sabía de Lydia Cacho y también ella ha tenido suerte de encontrarte. A ver si entre todos damos luz a un estado de corrupción como es el de México.

Agata dijo...

El domingo 11 de mayo tuve el placer de leer en un dominical un artículo de esta SEÑORA:Lydia Cacho.Me llenó de orgullo que existan personas así.Me llenó de tranquilidad que una señora así libre a mi hija de ser víctima de abusos.Esos ojos son los de una mujer con mucha fuerza y garra.Si yo tuviera el honor de tenerla frente a frente,la abrazaría y le daría un montón de besos.Por valiente.Sabe que está en peligro,pero eso le da más fuerza para luchar contra todos los degenerados.Tienes una suerte inmensa,Miss Julie por tener la oportunidad de conocer a gente tan especial.Un saludo.
(Tu relato corto está en marcha.Serás avisada cuando sea publicado)

Anónimo dijo...

Vi a lydia cacho, cuando estuvo en la mirada crítica hará un mes o así, quizás un poco más. Creo que fue la gota que colmó el vaso para terminar de perder la fe en latinoamérica o mejor dicho en los políticos de latinoamérica. En mi ideario personal México y Argentina quizás sean los modelos de democracias más consolidados pero cada día estoy más desengañado.
Aparentemente no deja de ser una costra de pintura de la que si rascas un poco de hay sale más ponzoña que de cualquier dictadura. Y lo malo es que en el fondo tanto monta que monta tanto. Ya que estas "democracias" pertenecen casi en exclusiva a una clase (que arcaica que me suena la palabra) alta que hace y deshace por la ley del dinero.

Prisamata dijo...

Lo poco que sé de Lydia es acojonante.

Tano, por su parte, es una de esas personas que te hacen confiar en "la industria". Es todo un señor. Muy muy muy grande.

Agata dijo...

Se publicó éste fin de semana tu relato corto.Espero que te haya llegado por el correo electrónico.De no ser así,pásate a leerlo si te apetece.Se titula:"Casas de miedo.El espejo".

Almudena G. Páramo dijo...

¡Salvando las distancias... a mí me encantó conocerte un día! Y mira por donde, podemos seguirnos viendo. El nivel de compromiso es otro, pero ni más ni menos, simplemente distinto.
El asunto es ser coherente e intentar que los que tenemos alrededor sean felices y tengan una vida más justa.

BUDOKAN dijo...

Hola, ya mismo estoy revisando estos videos que comentas porque de esta gente siempre se aprende y creo que esa debe ser una premisa que aquellos que trabajamos en esto no debemos abandonar. Muchas gracias por el material. Saludos!

Anónimo dijo...

Siempre he admirado ese arrojo inconsciente y necesario para con el mundo de personas como Lydia. En Sudamérica, por suerte, para la condición humana, y por desgracia, porque las injusticias allí son mucho más flagrantes.

Bonito post, Julie. Se nota que lo escribes desde dentro. Gracias.

Agata dijo...

Se le añora...No trabajes tanto.