BITÁCORAS

Este señor tan simpático es Sergio Barrejón, al que no tengo el gusto de conocer en persona humana y al que agradezco de corazón que haya incluído mi blog, bitácora dice él -palabra castellana mucho más sugerente-, entre las recomendaciones de Abcguionistas, un portal del guión que todos deberías visitar si es que no lo haceis ya. Todo un honor. Gracias, Sergio.

Y una vez dicho esto, me permito una reflexión sobre el asunto: "Hace muy poco que ha empezado a publicar, y apenas escribe sobre guión, pero merece la pena pasarse por su blog", dice en la presentación. ¿Apenas escribo sobre guión? Y yo que creía que el guión y su mundo estaban presentes en casi todos mis post (¿hay alguna palabra en español para post?). Entonces ¿qué le ha llevado a Sergio Barrejón -excelente guionista a la sazón- a percibir lo contrario? Confieso que ayer me fuí a la cama con la pregunta rebotando entre mis pobres neuronas gastadas por el uso y el tiempo, pero hoy, tras un sueño reparador, me siento en disposición de comentar algo al respecto.

AUDIO: Fanfarrias mañaneras. Entrada de la Sinfonía del Nuevo Mundo. (p.ej.)

Pues sí, Sergio tiene razón, amigos. Escribo poco de guión si por eso se entiende hablar sobre modos de escribir, sobre reglas para hacer una buena estructura, o buenos diálogos, o la fórmula secreta para entrar al mágico mundo del guionista profesional.

Sé que muchos de los noveles que entran en nuestras páginas buscan ese tipo de cosas y a mí me encantaría tener la solución para todos esos problemas, pero es que yo también los tengo cuando me enfrento a la página en blanco para escribir un reportaje, un sketch, desarrollar una trama o lo que sea. Y para paliar todo eso he desarrollado mis propias estrategias que -a mi modesto entender- es lo que diferencia a un guionista profesional de un aspirante (dicho lo de aspirante desde el cariño y el respeto) y eso es lo que intento compartir con los que se pasan por la bitácora -me encanta la palabra-. Cosas como aprender de los buenos: Bochco, Kelley, y el tantas veces nombrado Sorkin, entre otros, (por no poner a ningún español, qué los hay, para que no se me enfaden los excluídos) o Wilder, Bogdanovich, Sturges, Mamet y todos los grandes maestros del cine, o también -y esto es en lo que quizás yo puedo aportar algo- del teatro, amén de estar con los ojos y orejas abiertos a lo que pasa a nuestro lado -y a veces por encima- y compartir discusiones y puntos de vista con otros compañeros. Así me lo enseñaron a mí.

Gracias de nuevo a Abcguionistas, a Sergio Barrejón, a los que me visitais de vez en cuando y a los que aportais vuestros comentarios.

Y a mi padre, a mi madre, a mi abuela y al Niño del Remedio. Y a todos los compañeros que han trabajado conmigo y han conseguido que yo llegara hasta aquí. Y a la Academia y a los que han votado por mi. (Joooder, ya se me ha ido la pinza, perdón, perdón)