HE IDO A UN CASTING...
...pero no por trabajo sino como aspirante, para participar en un concurso. No os voy a marear contando como llegué ahí porque -como profesional del guión- sé que no sería creíble; el caso es que allí estaba, en un hotel de una ciudad española con un grupo de unas veintitantas personas de distintos sexos, edad y condición, esperando superar unas pruebas para ser elegida como concursante para un conocido programa de televisión de esos de cultura, y preguntándome: a) ¿sigo la experiencia hasta el final? b) ¿aclaro la situación y me voy? c) ¿me voy sin más? d) ¿qué coño hago yo aquí?
Y las pruebas comenzaron, primero había que contestar una serie de preguntas tipo TRIVIAL, y no podeis imaginar los apuros de la gente. Los que estaban sentados a mi alrededor no hacían más que resoplar y sudar; un jovencito situado detrás estiraba el pescuezo como E.T. para echar un ojo a los de delante, otro no hacía más que escribir y tachar, escribir y tachar como un poseso. La chica que nos "cuidaba", con el cronómetro en la mano, chistaba mandando callar a los del fondo.
El señor sentado a mi derecha había dejado de escribir hacía rato, eché una ojeada y ví que una de las pocas preguntas que había contestado estaba mal, señalé la pregunta y acerqué mi cuestionario para que pudiera ver mis respuestas, se me quedó mirando con desconfianza, luego separó su hoja y la tapó con el brazo como una monja en el examen de Selectividad.
Miss Julie alborozada tras comprobar su nivel de "6 quesitos"..., por lo menos.
**Ken Levine también comenta en su post del 3 de Noviembre de 2006 sobre el nivel cultural de la gente que se presenta a algunos concursos de la tele.
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